Isidora Zegers
El aporte de Isidora Zegers al desarrollo de la música chilena en el siglo XIX ejemplifica el valeroso esfuerzo que emprendieron los pioneros de la cultura musical decimonónica.
Nacida en Madrid en 1803 al interior de una familia de origen flamenco y educada bajo los paradigmas de la cultura franco-hispana, Isidora Zegers llegó a Chile debido a la contratación de su padre por el gobierno chileno, estableciéndose en el país el año 1823, cuando aún se oían los sones del primer Himno Nacional.
Estudió en Europa arpa, guitarra, piano y canto con Federico Massimino. Poseía un nivel superior al de los músicos aficionados de la época -aunque no equivalente al de un músico profesional-. Además era fervorosa admiradora del arte lírico italiano, especialmente de Rossini, al cual promovió intensamente dejando una semilla que germinó con la difusión y posterior establecimiento de la ópera en Chile en el siglo XIX. Practicó, además, la composición, creando obras para canto (solo o acompañado) y obras instrumentales, todas ellas de factura sobria escritas en Francia en la década del veinte.
Isidora Zegers se desenvolvió como artista en la música de salón, espacio que representaba plenamente el espíritu romántico y la cultura burguesa de la época. En salones especialmente acondicionados se reunían, en estricto protocolo, artistas de todo tipo, intelectuales, músicos nacionales e ilustres visitantes extranjeros. Entre los invitados que pisaron su casa se cuentan Domingo Faustino Sarmiento, Mauricio Rugendas, Raymond Monvoisin, Mercedes Marín del Solar, Andrés Bello, José Joaquín Vallejo (Jotabeche), Gottschalk, Bartolomé Mitre y el pianista chileno Federico Guzmán Frías.
Su notable capacidad para cultivar un alto nivel de sociabilidad, unida a un espíritu asociativo innato, la llevaron a cooperar de forma decisiva en la fundación, el año 1827, de la Sociedad Filarmónica junto a Carlos Drewetcke. Asimismo, le permitieron mantenerse en contacto con los músicos chilenos más relevantes del siglo XIX, entre los que se cuentan Aquinas Ried y Guillermo Frick, Francisco Oliva, José Bernardo Alzedo y José Zapiola, estos últimos con quienes colaboró diligentemente en la realización de la primera publicación periódica chilena sobre música, El Semanario Musical.
Su consagración definitiva se produjo con su vital participación en la fundación del Primer Conservatorio Nacional de Música, junto al cual se creó la Academia Superior de Música en el año 1852. En solemne ceremonia, el Presidente Manuel Bulnes le entregó el documento que acreditaba su nombramiento como Presidenta de la Academia Superior de Música. Algunos años después de este reconocimiento, Zegers se fue alejando de las funciones públicas, falleciendo en Santiago el 14 de Julio de 1869.
Realizada en Porcelana Limoges y pintada con china paints. Ojos realizados sobre base de porcelana. Peluca en alpaca suri, rubio natural, fijada a través de imanes, con peinado a la moda. Crinolina en satín, enagua en seda y encaje bolillos de algodón. Vestido de seda natural. Zapatos realizados en seda.
Anillos decorados con pintura de oro. Prendedor en malaquita y bronce. Aros y cintillo en jade verde, bronce y goldfilled (14K).